Tuvo como escenario geográfico a los valles de Chicama,
Moche y Virú (La Libertad).
La cultura Moche o Mochica surge y se desarrolla en los siglos I y VII, teniendo como escenario la larga y angosta franja desértica de la costa norte del Perú donde se encuentran los restos de sus templos piramidales, palacios, fortificaciones, obras de irrigación y cementerios que testimonian su alto desarrollo artístico, tecnológico y compleja organización.
La cultura Moche o Mochica surge y se desarrolla en los siglos I y VII, teniendo como escenario la larga y angosta franja desértica de la costa norte del Perú donde se encuentran los restos de sus templos piramidales, palacios, fortificaciones, obras de irrigación y cementerios que testimonian su alto desarrollo artístico, tecnológico y compleja organización.
Los Mochica vencieron al desierto mediante la irrigación
artificial desviando el
agua con canales provenientes de los ríos que bajan de los Andes. Su ingeniería hidráulica
les permitió contar con excedentes agrícolas y una sólida economía que,
complementada con los productos del
mar, constituyó la base de su portentoso desarrollo.
PRINCIPALES ACTIVIDADES QUE DESARROLLARON
Arquitectura:
Tienen carácter religioso,
pues eran templos (tumbas) sus construcciones lo hacían de adobes.
Dentro de sus Obras arquitectónicas tenemos:
Las huacas del Sol y la Luna
Las huacas de Sipan
Las huacas de Batan Grande
Cerámica:
Son verdaderos libros,
pues podemos leer la vida de su población,
los huacos son bicromos ( tiene dos colores) blanco crema y rojo indio, la
forma es escultorica con figuras humanas, animales y frutas.

Metalurgia:
Fue la actividad que alcanzaron un alto grado de perfección
La Iconografía
Los Mochica plasmaron el entorno de su mundo cultural y
religioso en su expresiva cerámica perfeccionando una actividad artística que
constituye el mejor documento y testimonio de su cultura: hombres, divinidades,
animales, plantas y complejas escenas fueron representadas.
Los Mochica desarrollaron en su cerámica dos grandes
vertientes: pintura y escultura. Junto a la famosa plástica Mochica, que
asombra por la expresividad de sus "retratos" de arcilla, se
encuentran también las representaciones pictóricas plasmadas sobre la
superficie globular de los ceramios. Mediante trazos perfilaron figuras y complejas
escenas donde los seres representados derrochan vida y movimiento.
Así, la posición de las extremidades puede indicar quietud, caminata, carrera o
baile; inclinar el torso hacia adelante implica velocidad y
la posición de la cabeza, reverencia o dignidad.
En artísticas discordancias anatómicas, estas figuras combinan partes de frente
y de perfil.
En sus esquemáticos dibujos, la perspectiva se establece
reduciendo el tamaño de las representaciones distantes. Otras veces, se recurre
a separar paneles horizontales que indican diversos planos. El tamaño y
proporción de los actores señala su rango e importancia en la escena: los
señores eran siempre representados más grandes que los hombres comunes.
PRINCIPALES HALLAZGOS:
EL SEÑOR DE SIPAN
Antes del descubrimiento de la tumba del Señor de Sipán, los
estudiosos pensaban que las imágenes o
representaciones del arte Mochica formaban parte de escenas mitológicas sólo
existentes en la imaginación de sus creadores. Por ello fue una sorpresa
constatar que muchos de los emblemas, ornamentos y atuendos encontrados en este
magnifico entierro, los cuales fueron usados en vida por su propietario,
resultaban semejantes a los figurados en los temas clásicos del arte Mochica,
principalmente en "La presentación" o "Sacrificio de
prisioneros". La correspondencia de símbolos y
ornamentos no podía ser más exacta, lo que constituyó una clave importante para
reconocer el rol y jerarquía del Señor cuya tumba acabábamos de descubrir.

El Señor de Sipán ocupaba la cúspide de la estructura social
y política de
su tiempo con un carácter semidivino, a juzgar por los objetos encontrados y
por sus acompañantes.
Diferentes vestimentas y ornamentos del Señor aparecen
también en otras representaciones del mundo Mochica. Así, encontramos las
orejeras con el ave sagrada en el "ritual de purificación", el tocado
de algodón en las "carreras rituales", la túnica de placas metálicas
en la "danza con
soga", entre otras. Suponemos entonces que el Señor de Sipán habría
presidido todo evento sagrado o actividad gubernativa.
Su deteriorada osamenta nos permite saber que murió a una
edad promedio de 40 años y que, con excepción de una incipiente artritis,
gozaba de buena salud.
Su estructura corpórea demuestra poco trabajo físico y el escaso desgaste
dental habla de una dieta especial. Esto le permitió alcanzar una estatura de
1.67 m (alta para su época). Las particularidades físicas que muestra señalan
una especial forma de vida y caracteres hereditarios: debió integrar una casta
de hombres nobles que heredaban el poder.
JOYAS DEL SEÑOR DE SIPAN
El Señor de Sipán utilizó en vida variados ornamentos,
emblemas y atuendos para distintas ocasiones y ceremonias. Estas vestimentas
eran símbolo de su alto rango, investidura semidivina y poder. A su muerte,
diversidad de bienes formaban
parte del ajuar funerario para acompañarlo al mundo de los muertos donde, según
la religión Mochica,
seguiría ejerciendo los mismos roles y funciones.
Conozcamos esta diversidad de joyas, ornamentos y emblemas.
MAPA DE UBICACIÓN DE LA CULTURA MOCHICA

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